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paisaje desconfinado. acción. 2020
En el año 2020, tras un largo periodo de confinamiento provocado por la pandemia, surgió la necesidad colectiva de recuperar los espacios públicos como lugares de interacción, libertad y expresión. Este contexto inspiró la acción artística «cuadro Desconfinado», realizada en un parque al aire libre. La pieza central de esta intervención fue un cuadro de grandes dimensiones (250 x 600 cm.), que actuaba no solo como una obra de arte, sino también como un símbolo del retorno a los espacios compartidos.
El cuadro, situado en el corazón del parque, estaba compuesto por trazos dinámicos y colores vibrantes, que evocaban una sensación de movimiento y liberación. La elección del parque como escenario no fue casual: los parques son espacios simbólicos de encuentro y recreación, pertenecientes a todos y a nadie, donde lo colectivo se entrelaza con lo individual. La intervención invitaba a los transeúntes a redescubrir el espacio público, revalorizar su importancia y reflexionar sobre cómo los confinamientos habían transformado nuestra percepción del exterior.
Desde una perspectiva filosófica, la acción se alinea con la idea de espacio público según Jürgen Habermas, quien lo define como un ámbito de participación democrática, accesible a todos y esencial para el desarrollo de la sociedad civil. En este sentido, el parque y el cuadro no solo eran espacios de arte, sino también de diálogo y coexistencia.
El carácter efímero de la obra también subrayaba la temporalidad de las experiencias humanas, especialmente en relación con la pandemia. Al aire libre, expuesto a los elementos, el cuadro se deterioraba, simbolizando la fragilidad y el dinamismo de la vida en comunidad. Así, «cuadro desconfinado» no solo fue una obra visual, sino una reflexión sobre la importancia de los lugares públicos como escenarios de pertenencia colectiva y resistencia frente a la adversidad.
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